La Toxina Botulínica combate la hiperdrosis facial o exceso de sudoración en el rostro.
La toxina que produce el botulismo se conoce como Toxina Botulínica.
En este caso, mediante microinyecciones con agujas muy finas se administran pequeñas dosis de esta toxina.
Este proceso produce un bloqueo temporal de los nervios que estimulan las glándulas sudoríparas y consigo,
bloquea la liberación del sudor. Su efecto se observa al cabo de 2 o 3 días de la intervención y suele
durar entre cuatro meses y un año. Además, la toxina botulínica paraliza pequeños músculos responsables
de gestos que, al repetirse, forman surcos y arrugas profundas.
Así el fármaco que se inyecta, bloquea la liberación de sustancias fundamentales para establecer la conexión
que se necesita entre las terminaciones nerviosas y la placa motora del músculo.
Embarazadas o lactantes, pacientes con infección en la piel o problemas de coagulación o con enfermedades neuromusculares.